Oh Morrrissey, morrissey, morrrisseeeeeyyyyy
Morrissey
por Juan Ajona / Ilustración: Balda
Quién te lo iba a decir, Stephen Patrick. Ni la tabla de Ouija a la que le cantabas. Mañana mismo cumples unos 45 años físicamente bastante dejados, y acabas de publicar un disco.
Te creíamos viviendo de rentas y abandonado a bellos efebos angelinos entre daiquiris con sombrillas, por mucho que nunca hayas querido (tampoco hizo falta) mostrar tus tendencias cariñosas. Aunque ahora, con la canción All The Lazy Dykes, les dediques estrofas a esa gente que, cual pantalón de pinzas, sale del armario en busca de una vida nueva.
Lejos están tus sorprendentes inicios. Tu dúo con Johnny Marr sacó chispas en los Smiths, siendo de lo mejorcito y más sentido de los años ochenta. Con la nunca suficientemente valorada compañía de Andy Rourke (sin su bajo, Johnny Marr hubiera nadado en el fango de los arpegios) y Mike Joyce. Bueno, el juez sí que lo tasó. El dúo rítmico os sangró, previo paso judicial, los derechos de las canciones registradas por aquel cuarteto manchesteriano.
Hasta el juez te llamó «enrevesado y de poca confianza». Eso es que no te conocen. No frecuentan tus canciones de aquella Inglaterra de tres canales de televisión y el Sunday Closed. Las ironías que la calle te había susurrado al oído. Frases con las que llevamos disfrutando tantos años, no solo en la forma sino en el fondo.
Con qué facilidad se abría puerta la creatividad con vuestras llaves. Aún funcionó la ganzúa en tus primeros discos en solitario, Viva Hate y Suedehead, pero luego sólo alcanzabas a mirar por la mirilla. Y dicen que recuperas la forma con este nuevo CD You Are the Quarry. Nos planteamos hacer cientos de kilómetros para irnos a Fuengirola a verte, a tu única fecha española. Con nuestra carpeta forrada de tus fotos, con nuestros cascos por la calle, solitarios, gritándole al mundo «¡no sabéis lo que os perdéis!». Bienvenido de nuevo, Morrissey.
Publicado hoy en el donostiarra
Diario Vasco
por Juan Ajona / Ilustración: Balda
Quién te lo iba a decir, Stephen Patrick. Ni la tabla de Ouija a la que le cantabas. Mañana mismo cumples unos 45 años físicamente bastante dejados, y acabas de publicar un disco.
Te creíamos viviendo de rentas y abandonado a bellos efebos angelinos entre daiquiris con sombrillas, por mucho que nunca hayas querido (tampoco hizo falta) mostrar tus tendencias cariñosas. Aunque ahora, con la canción All The Lazy Dykes, les dediques estrofas a esa gente que, cual pantalón de pinzas, sale del armario en busca de una vida nueva.
Lejos están tus sorprendentes inicios. Tu dúo con Johnny Marr sacó chispas en los Smiths, siendo de lo mejorcito y más sentido de los años ochenta. Con la nunca suficientemente valorada compañía de Andy Rourke (sin su bajo, Johnny Marr hubiera nadado en el fango de los arpegios) y Mike Joyce. Bueno, el juez sí que lo tasó. El dúo rítmico os sangró, previo paso judicial, los derechos de las canciones registradas por aquel cuarteto manchesteriano.
Hasta el juez te llamó «enrevesado y de poca confianza». Eso es que no te conocen. No frecuentan tus canciones de aquella Inglaterra de tres canales de televisión y el Sunday Closed. Las ironías que la calle te había susurrado al oído. Frases con las que llevamos disfrutando tantos años, no solo en la forma sino en el fondo.
Con qué facilidad se abría puerta la creatividad con vuestras llaves. Aún funcionó la ganzúa en tus primeros discos en solitario, Viva Hate y Suedehead, pero luego sólo alcanzabas a mirar por la mirilla. Y dicen que recuperas la forma con este nuevo CD You Are the Quarry. Nos planteamos hacer cientos de kilómetros para irnos a Fuengirola a verte, a tu única fecha española. Con nuestra carpeta forrada de tus fotos, con nuestros cascos por la calle, solitarios, gritándole al mundo «¡no sabéis lo que os perdéis!». Bienvenido de nuevo, Morrissey.
Publicado hoy en el donostiarra
Diario Vasco
3 comentarios
Karl Bartos -
yes i am blind -
yo lo entendí por esa homosexualidad nunca confirmada (ese parentesis de (tampoco nos importa) me invita a pensar que para nada es relevante ese hecho).
Lo de los daiquiris...pues supongo que será una manera de retratarlo cual caligula, en el trono del mundo....refiriendose a que podía estar viviendo del cuento además...
y lo de los pantalones de pinzas, pues una ironía, un comentario de algo que sale del armario, sin más...para estos temas la gente quizas a veces sea demasiado quisqui,no?
pero para acepciones las que cada uno quiera tomar...
Flashman -