Primicia!!! Tremolina nos abre las puertas del número de Febrero!!!

bueno, mas que abrirnoslas nos colamos con la ganzua. Aqui está en primicia universal un adelanto del próximo fanzine seminal TREMOLINA, la portada "sentimental" del mismo y la primera parte de un especial dedicado al grupo Miaouw (lo siento, no encontramos la segunda parte en el cajón de los textos)

Lo dicho, disfruten de la lectura....

y si quieren mas (lo recomendamos): [e-mail]. Pregunten por Jesus Miguel. Siempre está.

PARTE UNA. Manchester

El lugar es Manchester y el año 1979. Catherine Rycroft (18 primaveras y fiel parroquiana de las primeras actuaciones de Warsaw y The Fall) conoce a Pat Naylon (16 años. La primera impresión que le produjo a Cath fue la de “un delincuente de unos 10 años de género indeterminado”) a través de un anuncio en un periódico. Entre ambas toman las riendas del fanzine City Fun, y crean un grupo, The Glass Animals, que pronto sería conocido como The Gay Animals.

Miles de leyendas circulan por Internet sobre esos “horrendos tiempos adolescentes”. Según la propia Carroll, ella y Pat solo eran “chicas tristes que escribían sobre música porque la odiaban. Para nosotras la mejor música ya se había hecho hacía 20 años”.

Criada en una familia católica pasó su adolescencia fantaseando sobre estrellas del pop pasadas de moda como The Four Seasons. No sé si sería la casualidad o unas repentinas ganas de vivir las que le llevaron a formar parte de la incipiente escena indi que alrededor de un tal Stephen Morrissey se estaba formando en su distrito.

El fanzine es hoy alabado por su carácter vitriólico y sus ganas de polemizar.

Hay dos versiones, que cada cual elija la que más le guste, sobre su segundo cambio de apellido (inicialmente ya había pasado de Rycroft a Miles). La primera es que fue por “un acto de adoración” a Kay Carroll, manager de The Fall en aquellos heroicos tiempos.

La segunda es que adoptó ese apellido después de que ella y Nylon fueran acusadas por Kay Carroll de “ser portadoras de palabras baratas y malas vibraciones” durante una actuación de The Fall. Vamos, que ya les veo a los colegas de El Escalope o del Mimo vengándose de sus detractores, si los tuvieran, adoptando los apellidos paternos de los susodichos ignominiosos.

Pero que la cosa no debió de ser para tanto porque The Gay Animals, ejercieron de teloneros del grupo de Mark E. Smith (oigan su reciente Country On The Click, que es una caña de disco) durante numerosas actuaciones. Ninguna grabación de The Gay Animals ha sobrevivido a nuestros días (aunque seguro que tú eres tan guay que tienes cintas de todos sus bolos) así que creyendo a los sabios que se han dignado en plasmar sus impresiones sobre aquellos locos años juveniles que les califican de “odiosos” diría que fueron la réplica mancuniana a los galeses Young Marble Giants pero más “arty” aún si cabe.

Si el trío del Colossal Youth hacían no-rock, lo de la Carroll y secuaces era anti-pop, basando su sonido en el que producía una destartalada caja de ritmos que les había costado 20 libras y que solo tenía pregrabadas 5 bossa-novas y un Vals.

Tampoco les ayudó a hacerse populares su descubrimiento del dudoso arte de la perfomance. A tal extremo llegó la desconfianza de sus conciudadanos por sus virtudes en directo que pese a que, siempre según la leyenda (Winterbotton se olvidó de aclarárnoslo en 24 hours Party People) Carroll y Nylon fueron las dos primeras personas en ser socias de The Hacienda, las actuaciones de The Gay Animals fueron prohibidas en el futuro templo del Madchester Sound por petición popular ya que “creíamos que lanzando carne cruda alrededor del guardarropa habíamos descubierto el arte de la perfomance. Pero esto no fue muy popular entre el personal de limpieza, que poseían el poder real en The hacienda”.

De las canciones que compusieron en esos tiempos heroicos solo vio la luz Fate en su primer single, pero para llegar él tuvieron que sufrir cambios de formación y una determinante mudanza a Londres....[continuará]