DÍAS FELICES
Los recogimientos y melancolías solo se exhiben los domingos. Entonces se echa mano de esas situaciones que a uno le llenan de satisfacción, buscando relajarse. En el caso que hoy nos ocupa, la música sigue siendo buen acicate.
Con Mazzy Star sonando por los altavoces, con Hope Sandoval dejando caer las melodías como si flotáramos por la gravedad de Plutón, con esa música sencilla y austera de grupo de amigos, las letras se dejan empapar de ese ánimo de abrigos y lluvia sobre los cristales, tópico socorrido pero gozoso en ésta época del año.
Predispuestos como estamos a ver el pasado de manera idílica, echamos la vista atrás (sin girar verticalmente demasiado la cabeza, recuerda) y los ojos se empañan de momentos que en su día no pasaron de ser eso, fugaces instantes sin mayor peso específico. Ahora el devenir de las estaciones le ha dado sabor añejo a aquellos conciertos, o las cintas TDK compradas en el bazar.
Eran soplos muy intensos, y por eso nos da algo de pena no ver esa intensidad hoy en día entre la gente. Vemos la sociedad algo dormida, algo vaga, algo lejana. Cuando en realidad somos nosotros los que nos alejamos de aquellos happy days.
Supongo que los más jóvenes seguirán teniendo emociones fuertes en la vida. Esos envíos de mensajes de libre ortografía a programas de televisión, con las reuniones palomiteras alrededor del programa rosa de turno. Sin obviar las visitas grupales a los establecimientos de mis ropas dejan más cuerpo al aire o los paseos por cualquier mall. Apiñando sus horas de ocio en lugares donde el bafle habla más alto que nosotros.
La vida pasa rápida ante nuestros ojos, y pronto la tecnología nos sobrepasará con aparatos de los que desconoceremos su funcionamiento básico. Hope y sus Mazzy Star harán que el temor de esos momentos sea más llevadero. Y volveremos a recordar aquellos días radiantes.
Con Mazzy Star sonando por los altavoces, con Hope Sandoval dejando caer las melodías como si flotáramos por la gravedad de Plutón, con esa música sencilla y austera de grupo de amigos, las letras se dejan empapar de ese ánimo de abrigos y lluvia sobre los cristales, tópico socorrido pero gozoso en ésta época del año.
Predispuestos como estamos a ver el pasado de manera idílica, echamos la vista atrás (sin girar verticalmente demasiado la cabeza, recuerda) y los ojos se empañan de momentos que en su día no pasaron de ser eso, fugaces instantes sin mayor peso específico. Ahora el devenir de las estaciones le ha dado sabor añejo a aquellos conciertos, o las cintas TDK compradas en el bazar.
Eran soplos muy intensos, y por eso nos da algo de pena no ver esa intensidad hoy en día entre la gente. Vemos la sociedad algo dormida, algo vaga, algo lejana. Cuando en realidad somos nosotros los que nos alejamos de aquellos happy days.
Supongo que los más jóvenes seguirán teniendo emociones fuertes en la vida. Esos envíos de mensajes de libre ortografía a programas de televisión, con las reuniones palomiteras alrededor del programa rosa de turno. Sin obviar las visitas grupales a los establecimientos de mis ropas dejan más cuerpo al aire o los paseos por cualquier mall. Apiñando sus horas de ocio en lugares donde el bafle habla más alto que nosotros.
La vida pasa rápida ante nuestros ojos, y pronto la tecnología nos sobrepasará con aparatos de los que desconoceremos su funcionamiento básico. Hope y sus Mazzy Star harán que el temor de esos momentos sea más llevadero. Y volveremos a recordar aquellos días radiantes.
2 comentarios
Indigo -
flow -